Los Bioy: Una pareja de escritores que paradójicamente podrían haber
sido la trama de una tormentosa novela donde el amor, la infidelidad, los
celos, la admiración y el miedo al desamparo serían los tópicos principales de
su trama. Silvina Ocampo, nacida en 1903, le llevaba once tortuosos años. Lo
conoció, en 1933, un día en casa de
Marta, su amiga íntima y madre de Bioy,
a partir de ese momento, no pudo dejar
de pensar en él. Después de siete años,
Adolfito le propuso matrimonio. Su suegro no pudo entender nunca el porqué de
esa decisión. Su hijo, un hombre apuesto, deportista, creativo, exitoso casado
con una mujer fea, celosa, estéril y de una sexualidad dudosa. Sin embargo, sólo los separó la muerte. Silvina aceptó la hija extra matrimonial que Adolfo tuvo en París. Marta fue su hija adoptiva y su descendencia los nietos queridos de Silvina. La muerte de Marta sobrevino veinte días después de la de Ocampo en un accidente automovilístico.
La literatura fue un punto de convergencia de los Bioy que se hizo más
fuerte con la escritura compartida de Los que aman, odian, un título muy
elocuente, una parodia en la que ambos se involucraron en forma lúdica y
recreativa.
Adolfo Bioy Casares murió en 1999, cinco años después de su mujer. En ese tiempo, gozó de la compañía de su nieto
Florencio.
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