La tabla de Flandes


Reseña: Mientras restaura una obra titulada “La partida de ajedrez”, Julia, bella y joven restauradora de cuadros, descubre en la pintura un enigmático mensaje. La frase,escrita en latín, despierta su curiosidad y hace partícipe de la misma a su ex novio, un profesor de Historia del Arte, a su protector, un extravagante marchante homosexual y  a un insípido y vulgar oficinista, aunque imbatible ajedrecista. ¿Quién mató al caballero? Es la pregunta que deberán responder retomando la partida de ajedrez que se visualiza en el cuadro.

Sin embargo, la búsqueda del asesino de quinientos años atrás comenzará a poner en jaque la vida de estos jugadores que hacen minuciosa y conciezudamente sus movidas fuera de la obra pictórica. 


Comentario: La tabla de Flandes, al igual que El maestro de esgrima, es una obra magistralmente narrada. Así como en la novela anterior se perseguía la estocada perfecta, en ésta, alcanzar la jugada final es lo que nos pone en vilo hasta su desenlace. En ambas novelas, abundan los tecnicismos, y alusiones a personajes clásicos que, suelen dificultar la lectura de los lectores menos informados. Sin embargo, me parece una lectura sumamente provechosa si se es tan adicto a recibir  información como  suspenso. Pérez Reverte es un escritor con un hábil manejo del vocabulario y  justamente,las descripciones como los diálogos que pone en boca de sus personajes logran dotarlos de una vitalidad que va más allá del relato. Tal es el caso de César, el maduro anticuario homosexual, que asume la figura paternal en la vida de Julia. Por otra parte, los títulos y los epígrafes seleccionados dan cuenta de ese perfeccionismo y rigurosidad con que el autor cuida cada detalle de su obra.  Los acordes de Bach, las retoques pictóricos de Julia y las peligrosas movidas de las piezas de ajedrez combinados con una buena dosis de misterio, suspenso y crímenes dan como resultado este original policial que vale la pena leer.

Opinión:  

La tabla de Flandes en el cine   


La trama de la película tiene como paisaje una Barcelona que se descubre en la arquitectura de Gaudí Algunos de los personajes mantienen los rasgos principales, pero otros asumen una identidad diferente como el ajedrecista. Sin embargo, la pintura y la partida de ajedrez siguen siendo los pilares que sostienen la trama. Los parámetros con que se maneja un comentarista de cine no son los mismos con los que se valora una novela, por consiguiente, a mi criterio,  el éxito de una película rara vez sobre pasa su fuente literaria.

La tabla de Flandes  video







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