La hija del caníbal de Rosa Montero
Reseña
Lucía pierde de vista a Ramón, su pareja, cuando éste va a los baños
públicos del Aeropuerto antes de embarcar ambos a Viena. Tras descubrir que se
trata de un secuestro, y a pesar de hacer la denuncia a la policía, inicia su
propia búsqueda y planificación del rescate con la ayuda fortuita de dos
vecinos: Félix, un viejo anarquista cargado de recuerdos y Adrián un joven
atractivo al que no puede resistirse.
Comentario
Un hecho de corte netamente policial como es un secuestro es el
comienzo de esta historia plena de humor e ironías para tratar un tema tan
escabroso como el paso del tiempo. Un
devenir inexorable que se manifiesta en la pérdida de la autoestima femenina
después de los cuarenta, en el desgaste de deseo sexual en un matrimonio con más de diez años de
convivencia, en la subestimación y el miedo al ridículo que acompaña a la vejez.
Sin embargo, son las voces de sus personajes quienes nos van
descubriendo una perspectiva diferente para mirar hacia adelante. La presencia de Adrián le demuestra a Lucía
que aún es capaz de seducir y ser seducida, del mismo modo que las historia de Félix
da cuenta de que por encima de la senectud se encuentra la dignidad. Una obra
cargada de anécdotas, giros inesperados,
comentarios oportunos y críticas a un sistema policial bastante deficiente.
El estilo narrativo es ameno, espontáneo y con cierta carga
verborrágica según lo manifiesta la autora. También son dignos de destacar el
uso ocurrente de los hashtas para ironizar ciertos temas. La hija del caníbal es una prueba más de la
genialidad de Rosa Montero como escritora. El libro fue llevado al cine
mexicano con Cecilia Roth en rol de
Lucía.
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