El sonámbulo de Sebastian Fitzek
Reseña
Leon es un arquitecto que junto a
su mujer Natalie estrena un departamento en una zona exclusiva de la ciudad. Un
piso que Leon aún no alcanza a comprender cómo Natalie logró comprarlo. Una
mañana se despierta y ve que su esposa se marcha con todas sus cosas. Su rostro
está golpeado y una de sus manos también. Él trata de convencerla para que se
quede y la persigue hasta el ascensor del edificio; pero ya es tarde Natalie se
ha marchado en silencio.
Al regresar al departamento Leon
recuerda una afección que padecía de pequeño y que creía controlada: el
sonambulismo. De pronto la angustia lo sobrecoge al pensar que quizás en la
noche anterior él le había provocado esas heridas. Inmediatamente se ase de los
medios para poder filmarse mientras duerme. Todo lo que ocurre después de ese
hecho carece de certezas porque sólo
parece existir en la conciencia del protagonista.
Comentario
El sonámbulo es un thriller
psicológico que termina desesperando al lector, el espacio por el que transita es un laberinto con situaciones
recurrentes. Nada es lo que parece y los
personajes que lo rodean parecen tener
la consistencia de los sueños. El mérito
literario del libro está justamente en el manejo acertado de la corriente de la
conciencia o monólogo interior, recurso que me recuerda al Ulises de Janes
Joyce o la Noche boca arriba de Julio
Cortázar.
Es apreciable, también, el manejo
del lenguaje y la forma en que desarrolla el hilo narrativo donde y el tiempo y el espacio se desdibujan para
el lector.
El sonámbulo no es una obra accesible a todo público, ni
solaz literario; exige la dedicación de
un lector atento y que se sienta cómodo con este tipo de lectura.
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