El almacén de las palabras terribles de Elia Barceló
Reseña: “Talia no quería decirle a su madre esas terribles palabras, pero lo hizo y ahora es imposible borrarlas. Es demasiado tarde. Su madre se ha marchado de casa y sus padres ya no se reconciliarán nunca.” Así comienza esta historia, con una niña llorando y un anciano de cabello fino y blanco que se le acerca a escuchar su pena. Después de ofrecerle su pañuelo para que seque sus lágrimas y un caramelo para que atempere su amargura, le propone ir al almacén de las palabras terribles. Talia acepta y, al llegar al lugar se encontrará con un joven llamado Pablo, que como ella, es enviado a encontrar la solución a su problema. Ambos comenzarán, en ese oscuro y extraño almacén, la iniciación de un aprendizaje que jamás olvidarán.
Comentario:El daño que podemos hacer con las
palabras cuando son expulsadas por la ira, el despecho, la impotencia o
cualquier otro sentimiento negativo es el tema de esta novela de Elía
Baraceló. Talia, la protagonista, es
víctima de sus propios remordimientos al decirle a su madre frases que no
sentía realmente. Algo parecido le ocurre a Pablo, quien acompaña a Natalia en
esta fantástica aventura. La escritora extrapola, a partir del ingreso de los
dos jóvenes al almacén, el aquí y el ahora, los transfiere a otro mundo. Los
capítulos anticipan con sus títulos en
qué espacio y tiempo se va desarrollando la trama.
El allí, es un escenario por
momentos intangible, volátil donde la ingravidez embriaga de luces y aromas las
burbujas que encierran a los jóvenes. En el aquí, los cuerpos yacen inertes frente a la
angustia y el remordimiento de los padres. En cuanto al tiempo, existe un allí
atemporal donde Talia y Pablo aprenden a manejar la palabras como flores, como
aromas, como notas y hay también un aquí, donde las horas de incertidumbre se
convierten en días y luego en meses.
La novela está bien construida, con un vocabulario acorde al público para el que fue escrita y como, en toda narrativa fantástica, nos deja un cabo suelto, un eslabón abierto. ¿Será acaso este anciano de pelo fino y blanco?
La novela está bien construida, con un vocabulario acorde al público para el que fue escrita y como, en toda narrativa fantástica, nos deja un cabo suelto, un eslabón abierto. ¿Será acaso este anciano de pelo fino y blanco?
Una obra que moviliza tal vez más
a los adultos que a los adolescentes sobre todo a aquellos que aún no han
aprendido a manejar las palabras.
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