Del amor y otros demonios de Gabriel García Márquez
Reseña: Sierva María es una adolescente,
hija del marqués Casalduero, pero
desprotegida y carente del amor de sus padres, termina siendo criada
entre los esclavos. Un día es mordida por un perro rabioso y ese hecho
hace que su padre fije la atención en ella. Preocupado por la suerte de su hija
y el desarrollo de la enfermedad consulta al médico del pueblo considerado un
hereje por el Obispo, finalmente, para
no indisponerse con este último, la deja al cuidado de la Iglesia.
El sacerdote bibliotecario,
Cayetano Deláura, tiene la misión de exorcizarla y a pesar de los maltratos de
la niña, ambos terminan cautivos por amor. Los cambios de Sierva María en
presencia de Cayetano se hacen notorios, sin embargo el bibliotecario no puede
dar rienda suelta a su libido porque la culpa lo carcome. Finalmente la
relación llega a oídos del marqués y el sacerdote es apartado de Sierva María. La ausencia de
Cayetano y la continuidad de su exorcismo acaban con la vida de la joven. Sólo
su cabellera será testimonio de su paso por este mundo.
Comentario: En esta obra de García Márquez
encontramos dos anécdotas: la que motiva al autor a escribir la novela y la que
da rienda suelta a una trama que envuelve al lector en un realismo mágico
sorprendente y cautivador. La primera anécdota nos llega del periodista quien
nos comenta el motivo que lo lleva a escribir la obra: una historia que su
abuela le contó de pequeño. La segunda anécdota nos la cuenta el novelista: la mordida de un perro con rabia a una
adolescente criada entre esclavos.
El título de la novela introduce
el marco de esta historia. El amor y otros demonios, el amor es visto como un
espíritu maligno que se apodera de la debilidad de los hombres, en este caso de
Cayetano Deláura que atormentado por poseerlo decide autoflagelarse. Dos culturas se enfrentan la de los esclavos
y la de la Inquisición. Ambas perturbadoras y opresoras del espíritu humano cautivo
del miedo y la represión, mientras la ciencia, representada por el médico,
termina actuando sólo como espectadora.
La prosa de García Márques se caracteriza por una riqueza semántica y
estilística que envuelve al lector en un escenario donde las percepciones sensoriales,
en especial la olfativa, cobran un rol especial para describir el
ambiente. El realismo mágico se
corporiza en la cabellera de Sierva María, que mantiene intacta la pureza que
hay en ella aun después de su muerte y el amor, paradójicamente a lo que
expresa el título, es el espíritu divino que descubre su femineidad y el ángel
que existe en su corazón de niña-adolescente.
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