Una psicóloga
española y un inspector de homicidios islandés son enviados por la Interpol a
desbaratar una banda criminal que se esconde tras la Congregación de los
Hombres Puros. Su misión es encontrar el Cartapacio de Minos, un documento que
contiene los nombres de los miembros principales de la organización. Las
pesquisas los llevan hasta un personaje clave, especialista en la simbología de
la Divina Comedia de Dante Alighieri y a
un sitio emblemático de la Ciudad de Buenos Aires: el Palacio Barolo.
Comentario
Tanto el tema de la
masonería como el de la Divina Comedia han sido reiteradamente tomado como
fuentes por la Literatura. En este caso, el autor ha fusionado ambos y ha elegido el Palacio Barolo como
escenario principal de su thriller. La
realidad y la fantasía se entretejen en un relato trepidante, aunque un tanto
peculiar. A grandes males es el último volumen de la trilogía Refranes,
canciones y restos de sangre y, he aquí, la originalidad de su prosa en la que
intercala en medio de la acción, refranes y canciones. En mi opinión, los seguidores de Pérez Gelilla pueden ser un
público lector más entrenado para este tipo de lectura, pero para aquellos que
recién tomamos contacto con sus textos se nos torna un tanto densa. Es inevitable, al retomar la lectura, tener
que volver atrás para ponernos a tono. La excesiva cantidad de información, de
nombres, de títulos y de analogías con refranes termina obstaculizando la
fluidez de su lectura y desviándonos del interés de la trama. Creo que Pérez
Gelilla es un escritor con una frondosa imaginación y una impecable rigurosidad
científica, pero que aún no logra encajar con un estilo que le permita al
lector común apreciarlo en todas sus facetas.
Hay algo que sí debo reconocer, después de leer su libro sentí una
imperiosa necesidad de visitar el Palacio Barolo.
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